lunes, 29 de diciembre de 2008

El Monstruo

Científicos noruegos descubrieron un "tesoro oculto" conformado por fósiles de gigantescos reptiles marinos que vagaban por los mares en la era de los dinosaurios.
“El monstruo” atrapando a un pequeño plesiosaurio. Creación de un artista (Autor: Tor Sponga, BT).
Estos fósiles de 150 millones de años fueron encontrados en la cadena de islas árticas de Svalbard, ubicada entre Noruega y el Polo Norte.
Los fósiles pertenecen a dos grupos de reptiles marinos extintos: los plesiosaurios y los ictiosaurios.
Uno de los esqueletos recibió el apodo de "El monstruo" por su enorme tamaño.
Estos animales eran grandes depredadores que vivían en un mar relativamente frío y profundo.
Los paleontólogos de la Universidad del Museo de Historia Natural de Oslo hallaron estos fósiles durante un trabajo de campo en la remota región de Spitsbergen, la isla más grande del archipiélago de Svalbard.
Jorn Harald Hurum, co director del proyecto, dijo que quedó totalmente sorprendido con la cantidad de fósiles reunidos en un sólo sitio.
"No se puede caminar más de 100 metros sin encontrar un esqueleto. Es increíble", le dijo a la BBC.
Dave Martill, un paleontólogo de la Universidad de Portsmouth, en Inglaterra, dijo: "Esos sitios son muy inusuales. Encontrar tantos restos juntos es algo notable".
Como una bananaLos ictiosaurios se parecen un poco a los delfines, pero utilizaban la cola para propulsarse a través del agua.
Dicen que los plesiosaurios se parecen a las descripciones del mítico monstruo del lago Ness en Escocia. Éstos utilizaban dos pares de poderosas aletas para nadar y había dos variedades, uno con una cabeza pequeña y un cuello muy largo y otro con cabeza grande y cuello corto.
Las variedades de cuello corto se conocen como pliosaurios.
El descubrimiento de un pliosaurio gigante (El monstruo) fue uno de las hallazgos más notables de la expedición.
Su esqueleto tiene las vértebras del cuello del tamaño de un plato y la mandíbula inferior tiene dientes del tamaño de una banana.
AtaqueLos científicos no han concluido las excavaciones pero ya puede verse que el cráneo tiene tres metros de largo, lo cual sugiere que el cuerpo puede medir más de ocho metros desde la punta de la nariz hasta la cola.
"Lo que resulta increíble es que parece que el esqueleto está completo. Hasta el momento no se ha encontrado ningún esqueleto completo de un pliosaurio", afirmó Hurum.
Los investigadores hallaron incluso evidencias de un ataque contra una de las criaturas. Un diente de ictiosaurio está incrustado en la vértebra del cuello de un plesiosaurio, que pertenece al género de los kimmerosaurus.
La reserva de fósiles comprende 21 plesiousaurios de cuello largo, seis ictiosaurios y un plesiosaurio de cuello corto.
"Todo lo que encontramos está unido. No son un par de huesos sueltos por aquí y por allá, son esqueletos completos", dice Hurum.
Después de morir, los cuerpos quedaron en el barro, al fondo del océano profundo, donde hay poco o nada de oxígeno.
Según Hurum, es posible que la química inusual del barro es la que haya permitido la preservación de los especímenes.
Los reptiles marinos encontrados en Svalbard son muy parecidos a los reptiles marinos del sur de Inglaterra. Hurum cree que estos animales podrían haber vivido en el mismo océano y ahora planea comparar los hallazgos del Ártico con los de Gran Bretaña.
La excavación de Svalbard fue dirigida por el doctor Hurum y su colega Hans Arne Nakrem, del Museo de Historia Natural de Oslo. El trabajo en el sitio comenzará nuevamente en el verano de 2007.

El chupacabras


Phylis Canion actualmente residente en Tejas, fue una inusual cazadora en África durante más de cuatro años. Allí vio todo tipo de animales, pero ninguno como lo que descubrió en Julio y que ha dado a conocer en fechas reciente.
El animal lo encontró muerto en una carretera cercana a su rancho y le resulto tan extraño que no dudo un minuto en conservar parte del mismo en un congelador.
“Es una criatura horrible, tiene las orejas grandes, unos colmillos desmesurados y una piel azul grisácea que no tiene ni un ápice de pelo”, expresó la Sra. Canion.
Según parece, este no ha sido el único cuerpo de este tipo de animal descubierto desde Julio ya que tanto ella como los vecinos han descubierto desde entonces un total de tres ejemplares de los que Canion conservo la cabeza de uno de ellos.
Inevitablemente, el descubrimiento del animal se ha asociado a la figura del conocido como “Chupacabras”, pues el descubrimiento de estos animales coincide con la aparición de varios animales de granja totalmente exangües. Canion ha expresado que según sus propias teorías los animales deben de haber salido de sus guaridas después de que sus madrigueras hayan sido inundadas por las crecientes lluvias de los últimos meses.
Ahora se esta a ala espera de los resultados de ADN, que seguramente no arrojen ningún resultado sorprendente tal y como sucedió en 2004 con el conocido como Chupacabras de Elmendorf que finalmente resulto ser un perro afectado por una enfermedad que le hacia caer el pelo.